Pon Orden a tu armario
Mira que lo he intentado de todas las maneras, con cremas superolorosas, con cremas más ligeras, poniendo la crema en la mesilla, en la taquilla del gimnasio, en la encimera del baño, y nada. La mayor parte de las veces, después de la ducha ¡olvido ponerme crema!
Como tengo la piel tan seca, enseguida noto como se ve apagada, seca y deshidratada, y sé que esto no me pasa a mí sola. Lo cierto es que no es fácil acordarse de ponerse crema y además no me gusta nada vestirme después porque se ensucia toda la ropa, y como ya sabes, no es cuestión de perder cinco minutos esperando a que la crema se absorba por las mañanas cuando casi no tenemos tiempo de maquillarnos…
Así que he vuelvo una vez más a mi viejo truco: hidratarme la piel después de la ducha, sin salir de ella, con aceite hidratante.
Este no me falla. Es el último paso antes de salir de la ducha: con la piel todavía húmeda, el aceite se extiende fácilmente. Después, con la toalla, retiro el exceso, así me puedo vestir rápidamente y, sí, la verdad es que la diferencia se nota. ¿Lo has probado? Además ahora hay un montón de aceites hidratantes ideales para cualquier tipo de piel, y no sólo para hidratar, también para reafirmar.
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